Problemas frecuentes durante la lactancia

La subida de la leche
Ingurgitación mamaria
Dolor en el pezón y grietas
Prevención de las grietas
Curación
Otros consejos
¿Qué NO debes hacer?
Cirugía mamaria
Obstrucción
Tratamiento
Perlas de leche
Causa
Síntomas
Evolución
Mastitis
Causa
Síntomas
Tratamiento
Otros consejos
Pezón plano o invertido
Extraer la leche
Posición
Pezoneras
Resumen
PROBLEMAS DURANTE LA LACTANCIA
LA SUBIDA DE LA LECHE
La subida de la leche se produce durante las 24-72 horas postparto, debido al aumento del flujo sanguíneo y linfático. Esta situación suele durar unos tres días.
En subida de la leche normal se produce un edema con tensión en el pecho que no es dolorosa ni impide mamar al bebé. Es un signo de que está aumentando la producción, pero no significa que haya leche acumulada.
La subida de la leche es un cuadro fisiológico del cuerpo, por lo que no se puede prevenir, pero puedes evitar que evolucione y se convierta en un problema:
- Favorece el amamantamiento desde el nacimiento: mínimo ocho veces al día y durante 15 minutos cada vez que mame. No pongas horarios rígidos de alimentación, realiza lactancia a demanda.
- No interfieras con chupetes o con suplementos en biberón.
- No te apliques calor en el pecho, puesto que puede empeorar el cuadro.
- El caso más habitual de empeoramiento es el mal agarre al pecho, consúltanos y lo valoraremos juntas.
INGURGITACIÓN MAMARIA
Cuándo a la situación anterior se le suma inflamación, tensión, dolor en el pecho y aplanamiento del pezón, hablamos de ingurgitación mamaria. Todo ello conlleva a que el bebé no se agarre bien y la leche no pueda salir correctamente, agravando el cuadro.
Si esto no se resuelve, los pechos se vuelven “de piedra” y se produce la ingurgitación patológica. Este problema derivará finalmente en una mastitis.
Es frecuente la aparición de algunas décimas de fiebre. Si te han recetado ibuprofeno o paracetamol, puedes seguir tomándolo.
A continuación te dejamos unos consejos que pueden mejorar el cuadro:

Aplícate frío
El frío ayuda a disminuir la inflamación del pecho, pero evita la areola y el pezón cuando te lo apliques. Una buena solución es aplicar hojas de col frías, ya que está demostrado que mejoran el cuadro.
Si aplicas frío antes de mamar puede dificultar la extracción de la leche, por eso es recomendable aplicarlo cuando haya terminado de comer.

Masaje en el pecho
Puedes realizarte un masaje llamado “presión inversa suavizante” antes de las tomas, especialmente si sientes la areola tensa o plana.
Lo que conseguimos es desplazar la leche que está acumulada cerca del pezón que dificulta que el bebé la pueda sacar con normalidad. Además, logra que la areola y el pezón se ablanden y así se agarre mejor a ellos.
Extracción: Puedes vaciarte manualmente un poco de leche antes de las tomas para aliviar la tensión, sin extraerte excesivamente para evitar que se produzca más leche y se empeore el cuadro.
El masaje de presión inversa suavizante se realiza aplicando presión por fuera de la areola con la yema de los dedos en dirección a las costillas, sin estirar el pezón, durante tres minutos.
Para aliviar la tensión antes de las tomas también puedes extraerte de forma manual un poco de leche, sin sacarte excesivamente para evitar que se produzca más leche y se empeore el cuadro
Hay tres opciones de realizar el masaje de presión inversa suavizante, puedes escoger la que más te guste o te sea efectiva:

Con dos dedos de cada mano, una mano por arriba y la otra por abajo

Con tres dedos de cada mano, una mano por arriba y la otra por abajo

Con los cinco dedos de la misma mano, poniendo la mano de la forma que muestra la ilustración y con los dedos presionando alrededor de la areola
DOLOR EN EL PEZÓN Y GRIETAS
Muchas veces el dolor en el pezón no tiene una causa clara y simplemente corrigiendo la postura se soluciona. Pero en otras ocasiones, puede ser causado por uno de estos factores:
- Mala técnica en la alimentación.
- Mala posición del bebé o problemas de frenillo.
- Cuidado incorrecto del pezón.
- Uso incorrecto del sacaleches.
Hay que buscar la causa y corregirla, ya que en poco tiempo derivará en la aparición de grietas, que son heridas que producen mucho dolor.
Prevención de las grietas
Por ello, debes tener en cuenta estas pautas básicas de cuidado del pezón para la prevención:
- No te apliques pomadas, a pesar de lo que intenten venderte con publicidad, no las necesitas y pueden producirte dermatitis.
- No te laves el pecho frecuentemente, con una vez al día aprovechando la ducha es suficiente. Si los lavas más frecuente, quitas la secreción que realizan las glándulas de Montgomery que es la que protege la piel.
- Evita la humedad: si utilizas discos cámbialos con frecuencia y evita los que tienen en el interior una capa de plástico.
- No retires al bebé mientras esté succionando. Puedes poner un dedo por la comisura del labio para quitar el vacío que realizan.
- Puede servirte de protección esparcirte tu propia leche, pero solo en los casos que no tengas ninguna herida, no te duela ni el pezón ni el pecho y no hayas tenido mastitis.
En ocasiones, como hemos visto, la aparición de grietas es debido al bebé. Por ello, hay que prevenir lo siguiente:
- La causa más frecuente es el agarre, si se realiza correctamente desde el inicio de la lactancia se evitará la aparición de grietas.
- En ocasiones están causadas por un frenillo corto en el bebé, que debe ser valorado por un pediatra y puede que te aconseje cortarlo para poder realizar una lactancia correcta.
- Recuerda evitar el chupete el primer mes de vida.
Curación
Si ya te ha aparecido una herida de cualquier clase, te dejamos unas recomendaciones básicas para su curación:

Higiene
Lávate el pecho dos veces al día con agua y jabón para evitar que se infecte

Evita la humedad
Déjate el máximo tiempo posible los pezones al aire, puedes ponerte una camiseta encima.
Cambia los discos frecuentemente y evita los que tienen plástico

Aceite de oliva
Sirve tanto para hidratante como antibacteriano

Sujetadores
Utiliza tejidos naturales, como el algodón o el lino.
Deben sostenerte la mama pero sin comprimirla
Otros consejos
Te dejamos algún consejo más que puede serte útil en caso de grietas:
- Si tienes mucho dolor empieza a darle el pecho por el que no tengas ninguna grieta o te duela menos, así la succión más vigorosa la realiza en este.
- Si sientes dolor incluso cuando no estás amamantando, probablemente tienes infección y debes ir a que te valore un médico.
- Prueba con cambios posturales, es posible que con una posición diferente a la habitual no te duela.
- Hay ocasiones en las que se puede recurrir a pezoneras por el dolor que causan las heridas, pero en otras agravan el problema. Puedes probarlas para comprobar si mejoras y tu bebé se agarra correctamente. En el momento en que se te cure la herida, retíralas.
¿Qué NO debes hacer?
- Utilizar cremas reparadoras: no está demostrada su eficacia, incluso pueden empeorar la situación (especialmente si contienen una base de lanolina).
- Aplicarte miel: puede contener esporas que le producen botulismo al bebé con graves consecuencias.
- Aplicarte arcillas.
- Usar de violeta de genciana.
- Cremas con anestésicos ya que pueden interferir con la succión del bebé.
- No existe evidencia sobre los beneficios de los aceites esenciales.
CIRUGÍA MAMARIA
Los implantes mamarios por si mismos no impiden la lactancia materna exclusiva. Se ha demostrado que la silicona no es peligrosa para el bebé amamantado, ya que no se pasa a la leche ni produce ningún cambio en ella. Pero hay diferentes factores que pueden aumentar ligeramente las dificultades para amamantar respecto a las que no se operaron.
Según el tipo de cirugía, varían los problemas que podamos encontrarnos en la lactancia. El tipo que menos la compromete es la axilar, ya que no precisa cortes en los conductos o en el tejido glandular.
En las cirugías por la areola existen diversos factores que hacen que la lactancia sea más dificultosa, aunque no imposible:
- Suelen cortar más nervios produciendo una pérdida de sensibilidad y de la capacidad eréctil de la areola y el pezón.
- El corte de los nervios puede interrumpir el reflejo neuro-endocrino, por lo que el cerebro podría no recibir las señales de que el bebé está mamando y no produciría más leche.
- Habitualmente cortan los conductos que transportan la leche al pezón. Estos se suelen recanalizar solos pero tardan un tiempo.

Independientemente del tipo de cirugía, la subida de la leche puede doler más que en una mamá no operada, ya que a la tensión que esta produce se suma la presión por el implante.
Si la cirugía se realizó por pechos hipoplásicos la lactancia está comprometida, pero por la falta de tejido mamario no por la cirugía en sí.
OBSTRUCCIÓN
Es el vaciado defectuoso de alguno de los conductos, por una obstrucción en un conducto galactóforo. Habitualmente se debe a alteraciones en algunas bacterias que producen biofilms -una capa formada por las mismas bacterias y calcio- que se adhieren a los conductos y los taponan. En ocasiones están causadas por una mala técnica en la lactancia y el uso de sujetadores que realizan una excesiva compresión en el pecho.
Se manifiesta como un bulto doloroso y duro en una zona concreta de un pecho, siendo la más habitual la cercana a la axila.
Tratamiento
Para que mejore el dolor, la solución es propiciar un buen drenado de la parte donde se ha producido:
- Masajea la zona durante tres minutos tanto con movimientos redondos como en dirección al pezón. Puedes utilizar un cepillo de pelo de bebé o alguno que sea suave.
- Mientras esté mamando, con la mano libre sigue masajeando la zona de igual forma.
- Para mamar, los bebés realizan más succión de la parte inferior de la boca. Por tanto, colócale la barbilla en esa dirección o lo más cerca posible. Por ejemplo, en los casos que esté cerca de la axila puedes utilizar la posición de rugby. Puedes ver más información en el capítulo de posiciones para amamantar.
- Nunca apliques calor, ya que empeora el cuadro.
PERLAS DE LECHE
Se producen también por la obstrucción de un conducto, pero a la altura del pezón. Se puede ver como un punto pequeño y blanquecino o nacarado, debido a la leche que se queda retenida en este conducto.
Causa
Su causa más habitual es un traumatismo que se ha producido en el pecho, por ejemplo, algún movimiento brusco del bebé que nos produjo mucho dolor. Esto provoca una herida que, mientras está curándose, obstruye el conducto.
No obstante, existe otra causa que puede producirlas, una mastitis subaguda. Existe una proliferación de bacterias que crean una capa de calcio y bacterias. Estas son más profundas y hay que tratar la mastitis que lo causa.
Síntomas
Cuando el bebé está enganchado al pecho aparece dolor, de tipo agudo y penetrante. Además, se puede ver que mientras está mamando la perla es más grande y disminuye su tamaño entre las tomas.
Evolución y tratamiento
Su curación dura unos 5 o 7 días, en los que se puede observar la cicatrización: el punto blanquecino se convierte en un trocito de piel blanquecino, que evolucionará a costra. Cuando ésta esté seca se desprenderá y el pecho vuelve a la normalidad.
Las perlitas blancas habitualmente desaparecen en una de las veces que el bebé está comiendo, ya que rompe la capa exterior de la herida y la leche se drena. Pero, si te produce mucho dolor y el bebé no la ha roto, puedes acudir al centro de salud para que te la quiten ellos.
MASTITIS
La mastitis se define como la inflamación de la mama. En la leche, existen unas sustancias llamadas “proinflamatorias” y elementos celulares activados que desencadenan una respuesta inflamatoria si permanecen mucho tiempo en contacto con la glándula mamaria.
Si a esta inflamación se le suma un crecimiento exagerado de ciertas bacterias, la más frecuente el staphylococcus aureus, desencadenará la mastitis o, incluso, abscesos.
Causa
Existen algunos factores que facilitan la aparición de mastitis:
- Tratamiento antibiótico durante el embarazo, parto o postparto
- Grietas en el pezón
- Retención y mal drenaje de la leche.
Síntomas
Se produce una inflamación que afecta habitualmente a un solo un pecho y en una zona concreta. Esta zona del pecho se nota endurecida, roja, caliente y puede haber picores.
Además, también da síntomas como si tuviésemos la gripe: fiebre mayor de 38’5ºC, malestar general, debilidad, escalofríos y, en ocasiones, dolor articular y náuseas.
Tratamiento
No hay que dejar la lactancia materna, la mastitis no es peligrosa para el bebé y no le va a producir una infección. Además, si la dejas se estancará más la leche infectada y, por tanto, se empeorará la infección.
Por estas razones, debes hacer justo lo contrario: dar el pecho cada 2-3 horas y, si lo sigues sintiendo duro después de mamar, drenarte con el sacaleches o manualmente. Lo importante es el vaciado frecuente de la mama, especialmente de la parte donde se nota la infección. Puedes seguir los mismos consejos que con la obstrucción (descrita más arriba).
Otros consejos
- Acude a tu médico para que te recete antibióticos y antiinflamatorios, para bajar la inflamación y la fiebre.
- Puedes aplicarte frío para reducir la hinchazón, pero evita el calor ya que empeora el cuadro.
- Como en cualquier otra infección es importante el descanso y una buena nutrición e hidratación.
- Evita el sujetador apretado.
- Hay ocasiones en las que el bebé puede rechazar la leche, esto se debe a que cuando hay una mastitis la leche contiene más sodio y, por tanto, es más salada. En este caso lo que podemos hacer es extraerla manualmente o con sacaleches. En unos días volverá su sabor normal.
- Lávate frecuentemente las manos.
Si no mejora la mastitis terminará siendo un absceso, que precisa drenaje en el quirófano, por ello es tan importante su drenado frecuente y seguir las recomendaciones.
PEZÓN PLANO O INVERTIDO
Durante años, se ha recomendado a las mamás con pezones planos o invertidos que diesen fórmula artificial a sus bebés. Actualmente, se sabe que solo son el referente táctil para que encuentren el pecho y no son necesarios para la lactancia, ya que ellos maman succionando la areola.

Los pezones invertidos “verdaderos” son debidos a que los conductos que transportan la leche al pezón son cortos. En estos casos, cuando el bebé mama no protruyen, incluso se hunden más.
Las tomas pueden ser dolorosas, pero es importante un buen inicio en la lactancia ya que en muchos casos después de varias tomas correctas los conductos se alargan y los pezones invertidos adquieren la forma normal.
Seguramente has escuchado muchas formas de sacarte el pezón hacia afuera, además, todas ellas dolorosas. Actualmente, se ha demostrado que no sirven ni el estiramiento durante el embarazo ni los escudos prenatales (un plástico con aro interior). Asimismo, los dispositivos que realizan el vacío en el pezón y ayudan a extraerlo pueden ser molestos y ocasionar daño en la piel.
Aunque en la mayoría se puede seguir una lactancia exitosa sin hacer nada especial, hay casos en los que resulta dificultosa. Si te encuentras en esta situación lo mejor es verlo directamente en la consulta, pero te dejamos algunos consejos que podrían funcionarte:
Si la succión del bebé te duele puedes sacarte la leche manualmente o con el sacaleches (si lo toleras) y ofrecérsela. Pero recuerda que si se lo das con biberón puede interferir posteriormente en la lactancia.
Posición
Utiliza cualquier posición que le permita abrir bien la boca para abarcar más tejido areolar, así favorecerás un mejor agarre. En algunos casos éste se puede conseguir si pinzas ligeramente la areola en la parte superior e inferior
Solo en los casos en los que no se consigue un agarre que permita una succión adecuada. En cada toma retíralas cuando que el bebé se enganche y el pezón protruya.
Es posible retirarlas del todo cuando la lactancia está bien establecida.

RESUMEN
- Subida de la leche: se produce a las 24-72 horas postparto y ocasiona tensión en la mama. Es importante el amamantamiento a demanda, frecuente y con un agarre correcto para evitar que se convierta en un problema.
- Ingurgitación mamaria: cuando la situación anterior empeora puedes aplicarte frío, masajearte el pecho o vaciarte un poco antes de las tomas. También es importante el drenaje frecuente.
- Busca la causa de dolor en el pezón ya que no es parte natural de la lactancia y puede evolucionar a grietas. Sigue las recomendaciones para el cuidado del pezón, especialmente evitar la humedad y no lavarlos en exceso.
- Si te han aparecido grietas: lavar dos veces al día con agua y jabón, dejar los pezones al aire, cambiar los discos frecuentemente, se puede aplicar aceite de oliva, que los sujetadores no compriman y sean de tejido natural.
- Los implantes de pecho no contraindican el amamantamiento, en ocasiones es más dificultoso pero se puede trabajar para tener una lactancia exitosa.
- Obstrucciones: Para la mejora de esta zona del pecho, dolorosa y dura, hay que hacer un buen drenaje mediante el cambio de postura y el masaje.
- Perlas de leche: puntito blanco en el pezón muy doloroso cuando maman. Este se rompe solo cuando está comiendo o puedes ir al médico a que te lo quiten.
- Mastitis: es la inflamación de la mama por una infección, que da los mismos síntomas que una gripe. Es importante no dejar la lactancia, el vaciado frecuente, aplicar frío y, si no mejora, acudir al médico para que te recete antibióticos y antiinflamatorios.
- Pezón plano o invertido: todos ellos son aptos para una lactancia exitosa, no debes prepararlos. En los invertidos “verdaderos”, que se hunden cuando el bebé mama, es sustancial un agarre correcto para que el pezón protruya finalmente. No hay que utilizar rutinariamente las pezoneras.