¿Cuándo, cuánto y cómo?
¿Cuántas veces al día?
Al principio, con 1 o 2 veces al día es suficiente. Según los hábitos y ritmos de cada familia se ofrecerá en desayuno, comida, merienda o cena. Por ejemplo: si por la mañana hay que correr mucho ya que los adultos trabajan, puede que sea mejor esperarse a ofrecerlo al medio día. Recuerda que ellos necesitan mucho tiempo para comer y es mejor hacerlo en momentos en los que no tengamos prisa.
Como hemos estado viendo no es un momento de “comida” para el bebé, si no de aprendizaje, juego y experimentación. Si te ve comiendo algo a ti y quiere probarlo, se le puede ofrecer, sea la hora que sea (siempre que alimento sea adecuado para su edad).
Con el tiempo, las ganas por la comida irá en aumento. Alrededor de los 9 meses ya se le podría ofrecer una tercera comida, y al año de vida se debería poder poner al bebé a la mesa con los adultos (se puede hacer desde los 6 meses si se desea).
¿Cuándo ofrecer comida?
Durante los primeros meses de vida, el bebé no sabe que la comida le llena. Cuando tienen hambre lo que piden es el pecho o un biberón, ya que es lo que realmente les sacia.
Si le damos alimentos diferentes a la leche cuando tiene hambre, lo que conseguiremos es que se ponga irritable y no demuestre el más mínimo interés por la comida. Por ello, siempre le ofreceremos comida después de la leche.
De igual forma, si tiene sueño, también es mejor esperar a otro momento para darle comida.
Por otra parte, tan pequeños todavía no entienden de tiempos ni desayunos ni comidas, por tanto no es necesario poner unos horarios rígidos o similares al de los adultos. Te pongo dos ejemplos:
- Si por la mañana no te da tiempo porque hay que preparar a los hijos mayores para ir al cole y llevarles, se le puede ofrecer leche al despertarse y el desayuno al volver. Hay que buscar que sea un momento de tranquilidad y no de caos y prisas.
- Si le ofreces la comida a la 1 del mediodía y la rechaza porque tiene sueño, será mejor que le pongas a dormir y se la ofrezcas después. No pasa nada porque coma zanahoria o brócoli a las 5 de la tarde.
Debéis ir probando cuales son las horas en las que el bebé esta relajado y sin sueño y, además, que los adultos no tengáis prisa
Ofrecer, no darle
Lo ideal es OFRECERLOS, dejarlos delante del bebé para que sea él o ella quien escoja. Además, a ellos les parece mucho más entretenido experimentar solos con la comida a que seamos los adultos quien se lo pongamos en la boca.
Mentalízate antes de empezar que va a ser el peque quien decida qué y cuánto comer, además de que irá adquiriendo más capacidades para la alimentación poco a poco y que no podemos acelerar el proceso.
Por seguridad, tampoco está recomendado meterle los alimentos directamente en la boca. Esta parte se detalla con más profundidad en el capítulo de seguridad.
¿Y cómo ayudarles a comer?
Por imitación, incluso puede que lo que quieran es comer lo que hay en el plato de los padres.
Que cometa errores, como golpearse la mejilla con la comida o no poder comerse lo que tiene dentro del puño, forma parte del aprendizaje. Lo mejor es no interferir, reírse o criticarle. Pero, por otra parte, tampoco es necesario felicitarle cuando lo hace bien ya que ellos pueden malinterpretar esta señales.
Tampoco intentaremos presionarles o meterle prisa, pueden tardar mucho rato jugando y practicando con la comida. Es lo normal y no debes intentar que termine pronto.
Es una oportunidad para hablarle de texturas, colores, nombres alimentos. Puedes ir explicándole la comida que tiene en el plato, con pocos meses ya sabrá diferenciar que es cada alimento.
Cantidad de comida
¿Cuánto come?
Una de las grandes preocupaciones es si está comiendo demasiado poco. La realidad es que al inicio del BLW no podemos esperar que coman grandes cantidades. En primer lugar, porque hasta el momento solo han practicado a tragar leche del pecho o del biberón y con el inicio de los sólidos deben aprender muchos otros movimientos para poder alimentarse con el resto de alimentos:
- Aprenden primero a mordisquear la comida con los dientes y/o la encías, poco después descubren que puede mantener la comida más tiempo en la boca y la empieza a controlar la lengua. Normalmente en esta fase se le cae todo de la boca, ya que todavía no han aprendido a tragársela.
- Poco después aprenden a coordinar los músculos de la lengua, mandíbula y mejillas. Esta coordinación le permitirá mover los alimentos desde la parte más anterior de la boca hasta el fondo para poder tragársela.
Hay muchos otros movimientos que se van adquiriendo poco a poco, además de estos. Es imposible físicamente, que los bebés aprendan de un día para otro todas estas habilidades necesarias. Es un proceso de semanas o meses.
Por todo ello, no podemos esperar que al inicio ingieran grandes cantidades. Al inicio, verás que tu bebé puede que no sepa ni meterse los trozos en la boca y, si lo consigue, la mayoría los va a escupir. Tendrás la sensación que no ha comido nada, pero no caigas en la tentación de darle después puré:
Su alimento principal es la leche, ya sea materna o artificial, hasta el año de vida. Ésta le sigue ofreciéndole todas las calorías y nutrientes necesarios, con alguna pequeña excepción.
¿Qué poner en el plato o la bandeja de la trona?
- Variedad de alimentos: 2 o 3 de cada tipo. No por poner muchos alimentos diferentes es mejor, tantos colores y formas les puede abrumar y hacer que no quieran saber nada de la alimentación
- Cantidad de cada alimento: con 2 o 3 también es suficiente. Si ponemos solo un trozo, probablemente lo primero que haga sea tirarlo al suelo y en ese momento se termina el aprendizaje.
Lo que es ideal es ponerle poca cantidad y variedad y tener más de los mismos alimentos preparado, así si se le termina lo que tiene en el plato siempre podemos ofrecerle más.
Para que te puedas hacer una idea de porqué es importante, hay algunos bebés que lo que hacen es tirar toda la comida al suelo hasta que les queda solo un trocito y entonces empiezan a probarlo. Es su forma de decir que nos hemos pasado de cantidad. Al principio será observar mucho las actitudes de tu bebé para ver que es exactamente lo que necesita.
Aunque la mayoría de nosotros y nosotras nos han criado con la coletilla de “en el plato no se deja nada”, realmente este concepto es perjudicial para el bebé. A partir de los 8-9 meses son capaces de gestionar las cantidades que necesitan y, si les obligamos a comer más, pueden suceder dos cosas: que la comida se convierta en una batalla o tenga más predisposición a la obesidad en el futuro.
Siempre que creas que ha comido poco piensa que antes o después ha bebido leche y es lo que más le va a nutrir.
Puntos clave: enfoque positivo para la alimentación complementaria
Autonomía
El BLW se basa en la autonomía de tu hijo/a, por ello hay que respetar su ritmo de desarrollo y no intentar acelerar el proceso.
Cantidades
Evita prefijar una cantidad mínima que tiene que comer: varía mucho de un bebé a otro e, incluso, varía en el mismo bebé de una época a otra.
Por otra parte, normalmente lo que nosotros consideramos que es suficiente comida, suele ser mucho más de lo que un bebé necesita.
Interés
Es probable que cambie su interés, que unos días seguidos le cause mucha curiosidad la comida y quiera probarlo todo, pero otros que no le hace ni caso. Deja que sea el peque quien lleve el control, poco a poco se interesara más en la comida que en la leche.
Frustración
A veces, semanas después de empezar a comer parece que pasan por una etapa en la que se frustran. Se debe a que quieren comer más rápido de lo que pueden o no les sale bien a coordinación visomotora. Es una etapa que pasa en pocos días.
A veces, esta frustración viene por la cocción, textura o tamaño de la comida: demasiado blanda, demasiado resbaladiza, pequeña, etc. Si crees que este puede ser el error, corrígelo.
Rechazo de alimentos
Es normal, especialmente las primeras veces. Pueden tardar 8 o 15 veces en probar un alimento hasta que les gusta. Son sabores nuevos y puede que alguno de primeras no le guste. Esto no significa que tengas que dejar de darle ese alimento, sino seguir ofreciendo a la misma frecuencia que el resto de ellos.
Me gustaría hacerte una aclaración: no se debe poner 15 días el mismo alimento hasta que le guste, ya que esto hará que lo aburra y no quiera saber nada de el. Piensa si tuvieses muchos días el mismo alimentos para comer y que, además, no es un alimento que te guste.
La clave es no obligarles. Si se le expone regular y gradualmente a los alimentos, sin presionar, favorece su tolerancia y aceptación.
Al inicio de la alimentación solemos preparar platos distintos para el bebé que para los adultos. A veces rechazan su plato, porque lo que ellos quieren es comer lo mismo que los adultos ya que les gusta imitar lo que hacemos nosotros. Se puede preparar el mismo alimentos para todos, que no sea peligroso para el bebé y que esté preparado adecuadamente. Por ejemplo: pasta con alguna salsa y preparado sin sal (los adultos podéis añadir la sal a parte).
Distracciones
Una de las distracciones más comunes es la de limpiarle frecuentemente la cara o las manos. Intenta no hacerlo mientras esté comiendo, al bebé no le importan estar sucio. Podemos aplazarlo para cuando haya terminado de comer.
Otras de las distracciones es tener dibujos, la tele o la tablet encendidos. No necesitan tener distracciones, ahora lo que necesitamos es que toda su concentración esté en la comida. Además, se puede convertir en un peligro para el bebé si no tiene el foco puesto en lo que come.
También se debería evitar estar haciendo otras tareas, como lavar los platos, mientras come. A parte de que es un peligro dejarle solo o sola, también le distrae de la comida y puede que no demuestre interés por ésta.
Establecer algunas rutinas
- Lugar tranquilo y sin distracciones. A veces suele ser de ayuda que esté sentado/o con el resto de la familia mientras se come.
- Tiempo: no es necesario un horario rígido, pero si establecer un horario aproximado según sus siestas y horas de sueño, o de los momentos en los que tiene hambre (que se le debe ofrecer leche)
Marco afectivo
Es muy importante tener en cuenta que el marco afectivo está muy relacionado con la alimentación y se debe cuidar desde el inicio:
- Ser paciente con la adquisición de logros.
- Evitar ofrecer comida como consuelo emocional, está relacionado con la obesidad a largo plazo. Esto no aplica a la lactancia materna.
- Mantener una actitud neutra ante situaciones negativas como: no come, no le gusta, se porta mal, etc. Evita mostrar enfado ante estas actitudes.
- Evitar obligar, chantajear, presionar o premiar a un bebé cuando tiene o no tiene ciertas conductas. Por ejemplo, si te comes X te daré helado, por ejemplo. Este es un ejemplo que aplica con niños/as más mayores, pero es necesario conocerlo desde este momento.
RESUMEN
- ¿Cuántas veces?
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- 1-2 veces al inicio
- Sobre los 9 meses añadir una comida más
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- ¿Cuándo?
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- Al inicio después de la leche.
- Momentos sin hambre ni sueño
- Buscar un momento tranquilo y sin prisas
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- Ofrecer los alimentos es la clave, que tu bebé decida qué y cuánto. No le obligues a comer.
- Suelen comer más por imitación de los adultos.
- Comen poca cantidad al inicio, poco a poco va aumentando los alimentos y reduciendo la leche. Hasta el año de vida, su principal alimento es la leche materna o artificial.
- En el plato: poca variedad y cantidad de alimento.
- Busca la rutina que mejor os venga a los adultos y al bebé: tranquilo, sin prisas, sin sueño ni hambre.
- Hay algunas épocas que demuestran más interés que otras.
- Puede que pase por una época de frustración. Si es por como se preparan los alimentos, corrígelo.
- Pueden tardar 8-15 veces en probar un alimento hasta que les gusta.
- Evita las distracciones.
- Comen mucho más lento que los adultos, no tengas prisa.