El chupete
EL CHUPETE
El uso del chupete se ha extendido mucho durante las últimas décadas especialmente en las sociedades desarrolladas. Durante este tiempo, el debate sobre su uso ha ido en aumento. Con los años, diferentes estudios han demostrado que tiene tanto beneficios como riesgos.
Beneficios
Disminuye el riesgo del síndrome muerte súbita del lactante (SMSL) si se utiliza durante la noche.
La succión -el chupeteo- fomenta la reducción del dolor y del estrés, y les ayuda a tranquilizarse y conciliar el sueño.
Si toma lactancia materna (LM) estos beneficios son mayores cuando comen del pecho. Pero el chupete es un gran aliado para los momentos en los que la lactancia no es posible, cuando queréis descansar mejor o durante la noche.
Riesgos
Durante la lactancia materna el bebé realiza un agarre al pecho que es muy distinto al del chupete. Esto hace que muchos recién nacidos confundan sus agarres y termina interfiriendo en un inicio correcto de la LM.
Su uso prolongado produce efectos negativos en la salud dental
La utilización inadecuada puede provocar asfixia
Aumenta el riesgo de otitis media.
Por todo lo anterior, es necesario conocer su utilización adecuada y así conseguir el máximo beneficio, disminuyendo el riesgo al mínimo.
INICIO DE USO
Como hemos visto en los riesgos, el chupete puede interferir en la LM y no se le debe ofrecer a estos niños y niñas hasta que ésta esté bien establecida. Por el contrario, los bebés que comen del biberón pueden empezar a usarlo desde los primeros días de vida.
En los niños amamantados nos esperaremos como mínimo al mes de vida, ya que generalmente es cuando no existe riesgo de problemas en la lactancia.
Hay que tener claro que el chupete nunca puede sustituir al alimento, si lloran por hambre le ofreceremos la comida inmediatamente. De lo contrario, podrían perder mucho peso y deshidratarse.
Hay niños y niñas a los que no les gusta y cuando intentamos ponerlo lo rechazan. Si te encuentras en este caso, no es necesario insistirle. De igual manera, si durante la noche se le cae de la boca mientras duerme y no llora, no es necesario recolocárselo.
Es beneficioso usarlo también en los momentos en los que tiene más dolor, como son los cólicos, las vacunas, si está enfermo, entre otros. Esto hará que disminuya su dolor y esté más calmado o calmada.
SEGURIDAD
Existen muchos tipos diferentes en el mercado, pero para escoger uno que sea seguro hay que buscar los que se adapten a la norma europea EN 1400:2002. Si no lo especifica, nos cercioraremos de que cumple lo siguiente:
- Es sólido y sin partes desmontables, para que no se separe en trozos con los que pueda atragantarse o asfixiarse. La Asociación Española de Pediatría recomienda comprar los que son de una pieza para aumentar la seguridad.
- No debe llevar pegatinas ni etiquetas.
- Las puntas o los bordes no son cortantes.
- La tetina tiene una longitud máxima de 33 milímetros y no contiene nada en su interior.
- El disco de la tetina tiene, al menos, 2 agujeros de ventilación. Además, esta es grande y es inviable que se lo pueda tragar.
Por otra parte, los chupetes no se deben asegurar con cadenas o cintas, especialmente las que rodean el cuello, ya que si son largas tienen riesgo de estrangulación. Unirlos a una cuerda corta (de menos de 22 cm) y engancharlos con una pinza a la ropa disminuye el riesgo -pero no lo elimina-. En los momentos que no podamos vigilarle, como las noches, es mejor que no utilicen ningún tipo de portachupetes.
Si tiene heridas en el labio de debe evitar su uso, principalmente porque puede hacer que la herida permanezca húmeda más tiempo y se retrase su curación.
LIMPIEZA
La higiene de los chupetes es muy importante, ya que va directamente a la boca del pequeño y puede enfermarle si tienen bacterias. Por esta razón, un adulto nunca lo chupará para limpiarlo y se lo ofrecerá, dado que las bacterias de la boca del adulto se le transmiten al bebé, incluidas las de las caries.
Para su limpieza es suficiente lavarlos con agua y jabón, aclarando con suficiente agua para que no se queden restos. Además pueden hervirse si se desea o ponerse en el lavavajillas, pero asegúrate siempre que el chupete que usa es compatible con ello.
En los momentos en que no se utilice hay que guardarlo siempre en su caja para evitar el polvo y las bacterias.
CAMBIO DE CHUPETE
Cuando el recién nacido va creciendo, puede que el chupete se le quede pequeño y sea factible que el disco entre entero en la boca. En este caso, se comprará uno más grande lo más pronto posible.
Comprobaremos frecuentemente el estado del chupete. Si en algún momento se detecta un cambio en su consistencia, una fisura, un agujero o cualquier otro signo de deterioro, se cambiará inmediatamente.
Si el chupete no le queda pequeño y está en buen estado, no es necesario cambiarlo. A pesar de ello, se recomienda usar los de látex cuando le han salido los dientes ya que los de este material tienen una mayor resistencia.
Para evitar accidentes, en los momentos que más lo muerde se puede alternar con un mordedor.
FINALIZAR SU USO
El beneficio principal del chupete es la disminución del riesgo de SMSL y por encima del año de edad este síndrome es muy infrecuente. Por tanto, al año de edad deberíamos empezar a retirarlo. Además, así disminuimos el riesgo de que contraiga otitis.
Según la Asociación Española de Pediatría, su uso no debería prolongarse más allá de los 2 años para evitar los problemas en la salud bucal, especialmente la malposición de los dientes y la alteración de la mordida. Pero, según la Asociación Española de Odontopediatría se podrían usar hasta los 3 años, ya que los cambios en la dentadura todavía son reversibles.
RESUMEN
- Beneficios del chupete: disminuye el riesgo de muerte súbita del lactante, reduce el dolor y el estrés y les ayuda a conciliar el sueño.
- Riesgos: disminuye el tiempo de lactancia materna, su uso prolongado tiene efectos en la salud dental, puede provocar asfixia por el mal uso y aumenta el riesgo de otitis media.
- En los recién nacidos amamantados se debe esperar hasta el mes de vida para ofrecérselo, mientras que en los que comen del biberón se puede iniciar los primeros días de vida.
- Para escoger uno, hay buscar aquellos que cumplen la normativa europea.
- Evitar el uso de cadenas o cintas alrededor del cuello, en el caso de usar una cuerda que esta sea menor a 22 cm, atada a la ropa con una pinza y no usarla de noche.
- Limpieza con agua y jabón, nunca lo limpiará el adulto con la boca y se guardará en la caja cuando no se use.
- Sustituirlo si está deteriorado, tiene alguna fisura o se le ha quedado pequeño. Si ya tiene dientes cambiarlo preferiblemente a los de látex y alternarlo con un mordedor.
- Se debe finalizar su uso a partir del año de vida y antes de los tres años.